tv bateyes: Cultura y Comunicación como praxis para el Desarrollo

TV BATEYES: "Tv" Comunitaria

"Cuando una TV Comunitaria (TVC) cierra su ciclo productivo y expone su trabajo ella está complementando un circuito de comunicación. Siendo un programa de Tv o un video de determinada comunidad o producido para ser exhibido en determinada comunidad ella muestra aspectos, personas, lugares, maneras de hablar, jergas, juegos, malicias, maneras de vestirse, de andar, de relacionarse con ciertas situaciones,etc, de ciertos lugares, espacio físico o territorios denominados comunidades. Por esto una TVC costumbra crear una gran empatía junto a su público local que se reconoce en las imágenes estableciendo así una relación de pertenecer, de ser, reconociendo en esta TVC su TV, algo de este lugar con una cara propia, diferente de las TVs Comerciales. Con mucho cuidado para no caer en una retorica sencilla podemos decir que una TVC realiza un trabajo análogo a un espejo al reflejar en las producciones audiovisuales ellos para ellos mismos, la comunidad desde la propia comunidad. En esta relación de pertenencia entre la TVC y la comunidad uno pertenece al otro: La TVC pertenece a la comunidad por que es la misma comunidad quien la produce y quien hace parte de la TVC y que los y las moradoras de determinada comunidad son los que la hacen hablando de la misma realidad en que viven, la TVC habla de “mi” realidad pasando a dar voz a la comunidad, a ser la voz de la comunidad, a ser mi voz."
ESTO ES TV BATEYES
Pequeño Manual de Tv Comunitaria: Alberto Lopéz Mejia y Breno Kupperman.

“De la gente común”

“ Durante muchos años las personas que han escrito acerca de los orígenes coloniales dominicanos han mostrado una franca preferencia por las autoridades y las instituciones oficiales. Por ello son tan frecuentes las obras que hablan de los virreyes, gobernadores, oidores, tesoreros, y demás funcionarios reales, las cuales normalmente dejan de lado ocurrencias de los eventos cotidianos.

Igualmente frecuentes son los libros de autores cuya atención se ha dirigido hacia las instituciones estatales dominantes: la Real Audiencia, la encomienda, la iglesia y el Patronato, la Corona y el Consejo de India, por ejemplo.

Otros historiadores, los menos, han puesto su mirada sobre la economía y los principales productos de exportación, esto es, las minas y el oro, los ingenios y el azúcar, las estancias y el jengibre, los hatos y el ganado. Con ellos la óptica de los estudios coloniales ha cambiado algo pues a partir de sus estudios se han ido perfilando algunos grupos sociales que antes se estudiaban muy ligeramente, tales como los indios encomendados, los esclavos cimarrones, los corsarios, los bucaneros, los inmigrantes canarios, portugueses y franceses entre otros.

Además de esos grupos, hubo en la sociedad colonial muchos protagonistas que ocuparon otros espacios sociales. Sin ellos sería imposible explicar la formación nacional dominicana. Esos protagonistas eran en su mayoría gente corriente, trabajadores manuales, hombres y mujeres pobres.

Invisibles para muchos narradores, esos protagonistas quedaron registrados por los escribanos coloniales como testigos de numerosos procesos y como actores de la temprana historia social dominicana.

La poca importancia política que se les atribuía como individuos los hizo caer fuera de la mirada de muchos historiadores y por ellos permanecen todavía como “gentes sin historia”.

Esas personas, sin embargo, tuvieron una participación decisiva en la creación de las raíces sociales y culturales de la nación dominicana ”.

“ Durante mucho tiempo hemos estado escribiendo la historia nacional dominicana como sí ésta fuera sólo la historia de los gobiernos y el Estado, de los héroes y los mártires políticos y sus bandas, de la iglesia y sus clérigos, y de las instituciones políticas. No hay duda de que esas categorías forman parte de la historia, pero el tejido social que las soporta está constituido por otros actores que se desenvuelven en los márgenes de nuestra visión acostumbrada y que actúan en medio de los intersticios sociales ”.

Fragmentos del libro “ LA OTRA HISTORIA DOMINICANA “, del historiador dominicano Frank Moya Pons

Vivencias de una de las capacitadoras del proyecto en abril del 2009

De regreso a Santo Domingo curioseo en el paisaje que inunda comunidades y poblaciones; me adentro discretamente en sus limpias casitas y frágiles bohíos repartidos entre lomas, cerros y extensos campos de tierra caliente. Son predios áridos del sur dominicano, abandonado desde siempre a su suerte, donde hoy su población intenta asumir las riendas de su progreso y revertir sus vidas de pobreza económica y social.

El entusiasmo es compartido. Finalizada la primera jornada del proyecto Cultura y Comunicación, impulsando el desarrollo socio-cultural en los bateyes de República Dominicana, se percibe el fluir espontáneo de intercambio de conocimientos, técnicas y destrezas entre el equipo organizador y los 35 jóvenes de diferentes grupos de base de la región, quienes se preparan para actuar como comunicadores sociales de sus comunidades.

No siempre se logra llevar de la mano dos términos de transmisión de mensajes dependientes entre sí: Comunicación y Participación…Sí, comunicar es también una forma de participar. Y la magia funcionó. Testimonio de ello se arraiga en los bateyes 7, 8 y 9, del municipio Cristóbal, provincia Independencia, donde nuestro Centro Caribeño de Cultura y Comunicación despliega este proyecto, que entrega herramientas a jóvenes líderes comprometidos con el desarrollo de su región y de República Dominicana.

Maria Elena Alonso

lunes, 21 de abril de 2014

Cultura y Comunicación como praxis para el Desarrollo

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